SARAMAGO, JOSÉ
LA PRIMERA NOVELA DEL NOBEL PORTUGUÉS, INÉDITA HASTA EL MOMENTO EN ESPAÑOL El inicio de la celebración del centenario del autor «Saramago vuelve comprensible una realidad huidiza, con parábolas  sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía».
Comité Nobel «Hay que vivir aunque sea de cualquier modo, siempre que sea vivir.» Tras la muerte de su marido, Maria Leonor, madre de dos hijos, se siente  abrumada ante las dificultades para administrar su hacienda en el  Alentejo, las expectativas de la sociedad y el férreo control de su  entorno. Después de unos meses sumida en una profunda depresión, decide  finalmente afrontar su responsabilidad como propietaria de las tierras,  pero su corazón está atormentado por un pecado secreto: a pesar del duelo, su deseo no se ha apagado. Entre cavilaciones sobre la esencia del amor, el paso del tiempo y los  deslumbrantes cambios en la naturaleza, la joven viuda pasa las noches  en vela, espiando los amores de sus criadas y padeciendo la soledad  propia. Hasta que dos hombres muy distintos irrumpen en su vida y su destino se tambalea inesperadamente. Escrita en 1947, La viuda es la primera novela del autor, que vio la luz en Portugal con el título de Terra do pecado por decisión  del editor. Hoy, cuando se cumple el centenario del autor, se publica  por primera vez en español, respetando su título original, esta historia  escrita por un joven José Saramago, que anticipa el gran escritor que  todos conocemos. En ella está ya presente su personal forma de mirar el  mundo y algunas de las características de sus novelas más aclamadas: la  extraordinaria fuerza narrativa y un personaje femenino inolvidable. La crítica ha dicho:
«Un hombre con una sensibilidad y una capacidad de ver y de entender que  están muy por encima de lo que en general vemos y entendemos los comunes mortales».
Héctor Abad Faciolince «La viuda toma un vuelo filosófico y conecta con el resto de la  obra de Saramago. [...] Tiene notables aciertos y merece muy positiva  consideración. Es bastante más que el trabajo de un afanoso diletante».
Santos Sanz Villanueva, El Cultural «El primer paso a la gloria literaria de Saramago, [cuyo] genio narrativo se vislumbra ya, tenue pero decidido.»
Javier García Recio, Faro de Vigo «La seguridad intelectual y la experiencia que el escritor aporta hace  de esta creación inicial una obras de una gran solidez literaria. La  concepción literaria de Saramago, desde su racionalidad, tiene la  brillantez de la atemporalidad; no importa en que tiempo concreto esté  situada, su obra ofrece una lectura del hombre actual orientado al  pasado y al futuro, pero siempre a un nuevo concepto del mundo. [...]  Una de sus grandes aportaciones al universo literario».
Javier García Recio,  La Opinión de Málaga «Siempre fue un adelantado a su tiempo. [...] Imprescindible.»
Esther Magar, Libros y Literatura «El José Saramago que escribió y reflexionó hasta el final de su  existencia era un transgresor; transgresor en la literatura, en la  vida  y ante las normas de conducta marcadas por la burguesía».
Yanet Aguilar Sosa, El Universal «Hay que saludar este regreso de Saramago, siempre excepcional escritor,  a su realismo inicial, y animarle a que siga por este camino».
Rafael Conte, Babelia (sobre Las pequeñas memorias) «Saramago es un gran narrador y rara vez escapa al criterio de mantener en vilo al lector».
Jordi Gracia, La Vanguardia (sobre Todos los nombres) «Probablemente la obra más soberana y feroz de su indiscutible  bibliografía narrativa [...]. Se ha ganado no sólo la admiración sino  también el respeto de todo buen lector por su constante superación de lo ya conseguido, libro tras libro».
Robert Saladrigas,  La Vanguardia (sobre Ensayo sobre la ceguera)