Las relaciones que tenemos con cada persona de nuestro alrededor funcionan como la naturaleza.Hay raíces, hay tallos, hojas y flores. Estamos hechos de nuestra madera. Fuimos verdes, pero el tiempo pasa para todo el mundo. El tiempo pasa también en las relaciones.La naturaleza forma parte del imaginario de David Castillo, y cada página de este poemario hace la función de hiedra y trepa por todo nuestro cuerpo como las sensaciones que nos provoca su sensibilidad para escribir.Su abuelo le legó la poesía, aprendió a recitar con él y esas son las raíces de la madera, de la piedra de madera. ¿Somos naturaleza? Todo está en sintonía y en Piedra de madera es donde podemos encontrar la respuesta.