Todos sabían que Caracola tenía una melodía especial, pero para conseguir escucharla solo había que hacer una cosa muy importante... Sumérgete en esta historia donde descubrirás que ser tímido o tener vergüenza, como Caracola, nunca es malo.
Artículos relacionados
Vista previa: CARACOLA. UN CUENTO SOBRE LA TIMIDEZ Y LA VERGÜENZA
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información