MOCHALES GONZÁLEZ, GERARDO
¿Te comerías una ración de insectos? Antes de que te acobardes, te sorprenderá saber que, sin saberlo, ya consumimos insectos con regularidad en forma de fragmentos extraviados que a menudo acaban en nuestros alimentos procesados.
La proteína de los insectos es un tema fascinante. Los insectos son (en su mayoría) pequeños y a menudo se les considera plagas, pero pueden ser la clave para evitar la escasez mundial de proteínas que, con el tiempo, nos afectará gravemente.
Con la explosión demográfica mundial y la escasez de tierras, la industria cárnica, ya de por sí intensiva en el uso del clima, tendrá dificultades para satisfacer la creciente demanda.
Los insectos aportan un nuevo giro a la producción de proteínas, ya que pueden cultivarse en mucha menos tierra y producen menos emisiones que las fuentes convencionales de proteínas. Esto los hace económicos y sostenibles. Las proteínas de insectos tienen dos aplicaciones principales: el consumo humano y la alimentación animal.