ACOSTA, PABLO
Esto no es un libro, es una casa. Una casa con su puerta de entrada, su recibidor, los dormitorios, un estudio, ventanas
Una vivienda que el narrador habitó en su juventud y que ahora vuelve a recorrer con las manos para construir un palacio de la memoria y permitir que nos abramos paso entre la tenue luz de los ventanales por el angosto pasillo. Porque, como en todas las casas, en esta casa también al final del pasillo habita lo oscuro. Esto no es un libro, es una casa.
Sin trama, sin personajes, esta casa se erige como un monumento. Bienvenidos al universo Pablo Acosta.
La prensa ha dicho:
«Con la devoción con la que los brahmanes construyeron el altar del fuego, ladrillo tras ladrillo, con la necesidad de conceder forma a lo que es solo caos, así también ha sido escrito este libro que conserva la impronta del ejercicio o ascesis.» Victoria Cirlot, Mercurio
«Uno de los principios de libro más fantásticos e impresionantes que he leído.» Sílvia Soler, Vostè Primer, Rac1
«Dos flores azules: un vacío lleno de maldita presencia.» Gema Monlleó, Revista Détour