MANSILLA IZQUIERDO, FERNANDO
La literatura y el cerebro tienen puntos de encuentro como cualquier actividad humana. A través de la neuroimagen, se han estudiado las redes neuronales y el cambio metabólico en diferentes áreas del cerebro durante la lectura y la creación literaria. La literatura crea emociones y sentimientos a través del lenguaje. Leer novela o poesía activa desde los circuitos emocionales hasta los relacionados con la interacción social a través de complejas redes en las que el significado de las palabras se almacena y recupera. La literatura no solo cuenta historias, sino que provoca el maridaje entre distintas emociones y sentimientos y genera en el cerebro una simulación de la realidad. El poder evocativo de la literatura enseña a comprender distintos aspectos de la realidad que nos rodea, de nosotros mismos y de los demás.