IVORRA ORTEGA, SUSANA
¿Qué hubiera ocurrido con Rose y Jack si se hubiera subido a la tabla? ¿Habrían sido felices para siempre? Johnny no quería que nadie arrinconase a Baby pero con el paso de los años ¿lo hizo él un poquito? Y Sandy y Danny, que acabaron el instituto y se marcharon volando en un descapotable rojo ¿cómo aterrizaron en la vida adulta?Los hijos e hijas de la generación X crecimos con las películas de Meg Ryan, John Cusack o Julia Roberts y con ellas conformamos, consciente o inconscientemente, nuestra idea del amor y las relaciones. De esas películas, no necesariamente comedias románticas, extrajimos muchos de los mitos del amor que llevamos a nuestras relaciones. Lo que la mayoría de esas películas no nos enseñan es cómo es el enamoramiento cuando este se transforma en amor y se somete a las pruebas del paso del tiempo, los problemas, la rutina, la aparición de otras personas¿Y si el cine en lugar de enseñarnos básicamente cómo dos personas se enamoran, nos mostrara qué ocurre después? Podemos enamorarnos con naturalidad, de manera espontánea, casi sin saber por qué, pero no podemos sostener una relación durader