DÍEZ, EDUARDO
Manuela Malasaña, Manolita para sus amigas y vecinos, quería aprender a bordar hasta que toda una guerra se cruzó en su camino.
Ella, que era nieta de un panadero francés, vio como Napoleón y su ejército invadían España. Y, como muchas otras personas, fue víctima inocente. En este caso, de nuestra guerra de la Independencia.
Pero el paso del tiempo y la historia hicieron de ella una leyenda viva, un ejemplo de valentía y arrojo. Y su nombre se encuentra hoy en calles, estaciones y barrios