ALAS CLARIN, LEOPOLDO
Ediciones Alfar continúa con este libro su colección CLÁSICOS DEL SIGLO
	XIX en la que, para no ser exhaustivos, porque sería tarea ímproba, dada
	la gran fecundidad de nuestros autores decimonónicos, vamos limitarnos
	a la narrativa, obviando por el momento el teatro y dejando algún hueco
	para la poesía en casos muy especiales y señalados. Naturalmente nos moveremos
	entre las dos grandes tendencias del siglo, Romanticismo y Realismo,
	y naturalmente también tocaremos a todos aquellos autores y textos que nos
	parezcan más representativos e imprescindibles, tanto desde el punto de vista
	de su calidad literaria como de su trascendencia a niveles comunicacionales,
	porque se hayan convertido en códigos (o mitos) que favorezcan, solamente
	con su alusión, el entendimiento de otras historias, crónicas o leyendas, bien
	escritas o audiovisuales.
	Leopoldo Alas, «Clarín», ha sido reconocido como el principal crítico literario
	del último cuarto del siglo XIX en España. Crítico agudo, culto, con perspectiva
	internacional, directo, y a su vez duramente criticado por tempranos
	censores. Su primera antología como crítico fue la obra Solos de Clarín, aparecida
	en 1881, cuando todavía residía en Madrid y no había alcanzado el refugio
	de Asturias; antología personal que, aunque con numerosas ediciones,
	no había sido hasta ahora objeto de una edición crítica, merecida y necesaria,
	toda vez que en los artículos que la componen, a los que se unen algunas de
	sus primeras narraciones cortas, se alude continuamente a autores, obras y
	circunstancias hoy casi desconocidos o incluso olvidados.
	El teatro hispano, con el que es durísimo, no sin razón, como evidencia el rápido
	olvido de muchas de las obras que analiza con ocasión de su estreno, es el
	principal objetivo de sus artículos, aparecidos en diversos medios madrileños,
	que cabe situar siempre entre los más avanzados del periodismo del momento,
	pero «Clarín» es sobre todo consciente de estar asistiendo a un despliegue de
	la narrativa española, gracias a escritores de la talla de un Galdós que inicia la
	madurez, o un Valera, ya en ella, sin olvidar a Pereda o al ya consagrado Alarcón,
	a todos los cuales analiza. La media docena de narraciones que selecciona
	incluyen algunas de las más populares y polémicas, como «La mosca sabia».