RUIZ MORALES, MARIO
El estudio científico de los terremotos es relativamente reciente, explicándose así el que todavía sea demasiado amplio el colectivo que los considera un castigo divino. En la historia de la sismología ocupa lugar muy destacado el temblor de tierra que asoló Lisboa el día uno de noviembre de 1755. A partir de entonces, comenzaron a interesarse por ese fenómeno astrónomos, filósofos, geólogos y matemáticos, propiciando así que llegaran a sentarse las bases de la sismología moderna. Los inicios de tan interesante disciplina científica en España ya aparecen en el archipiélago filipino, en la segunda mitad del siglo XIX, gracias a la importante labor que desempeñaron en el observatorio de Manila los miembros de la Compañía de Jesús. Andalucía oriental fue protagonista principal en este asunto, no en vano se produjo en ella el gran terremoto del 25 de diciembre del año 1884, que supuso la completa destrucción del pueblo granadino de Arenas del Rey y su obligada reconstrucción en otro emplazamiento. La ocurrencia de semejante catástrofe supuso el detonante de los estudios sismológicos en la España peninsular, con