GARCÍA MARCOS, FANCISCO JOAQUÍN
El texto docente aborda un elenco completo de las cuestiones que delimitan esa problemática. Desde su propio título, pone de manifiesto una actitud inequívoca hacia la lengua materna, considerándola objeto de atención científica desde la perspectiva de la lingüística aplicada. Significa ello renunciar al enfoque preceptivista acerca de cómo transmitir el propio idioma, enfoque que ha sido el predominante durante siglos. La lingüística aplicada, por su parte, opera desde cuatro grandes ejes de cuestiones. En primer lugar, ha de ocuparse del componente formal, del que tiene que ver con el desarrollo de la capacitación lingüística. Queda descartada la vieja idea conforme a la que el alumnado disponía de su competencia lingüística materna en el momento de ingreso en el aparato escolar. Muy al contrario, ese es un proceso que se coronará justo al final de su formación escolar obligatoria, lo que implica forzosamente trabajar sobre la fonología, la ortografía, la gramática, el vocabulario y el componente pragmático-discursivo. En segundo lugar, será preciso que esas capacidades lingüísticas desarrollen distintas funciones comunicativas, completando el itinerario de formación en la competencia comunicativa. En tercer lugar, existen condicionamientos sociolingüísticos que influyen de manera determinante en todos esos procesos. Por último, los docentes de lengua materna son referentes sociales, con lo que el trabajo en las actitudes positivas hacia las lenguas y sus hablantes se convierte en otro objetivo educativo.
