ROBERTS, NORA
Kate Kimball le había dado la espalda a la fama y el glamour y había vuelto a casa a empezar una nueva vida. Lo único mejor que el espléndido y ruinoso edificio donde iba a montar su escuela de danza era Brody O´Connell, el fascinante contratista que iba a encargarse de la remodelación del lugar.