SÁEZ ABAD, RUBÉN
Pocos asedios han despertado en la Historia tanto interés como lo hizo el de Ostende, que se prolongó entre 1601 y 1604. Su trascendencia fue tal que obligó a España y a las Provincias Unidas a concentrar en torno a él durante más de tres años todos los medios humanos y materiales con que contaban. A consecuencia de esta concentración de recursos sin parangón, el sitio de Ostende terminaría convirtiéndose en la operación militar más cruenta de toda la Guerra de Flandes, en lo que a pérdidas humanas y materiales se refiere. Fueron cerca de 100.000 los muertos sufridos entre sitiadores y sitiados, una cifra a la que no se aproxima ninguna gran batalla hasta el siglo XX. Esto se explica por su extrema duración y la intensidad que alcanzaron los combates en algunos momentos puntuales. Salidas por parte de la guarnición y asaltos masivos contra las defensas, provocaron un reguero interminable de bajas en ambos campos. Hay que tener en cuenta que en la mayor parte de las operaciones poliorcéticas desarrolladas en los Países Bajos se optó por la estrategia de bloqueo, pero en el sitio de Ostende fueron tomados uno